PREVENIR SITUACIONES DE IMPAGOS

Riesgo. La situación generada por la crisis en la oferta, ha provocado un incremento sustancial y estructural en los precios, con dos ejercicios consecutivos de altas tasas de inflación. A esta situación se une ahora, la rápida subida de los tipos de interés, que recortará en buena medida la ya delicada situación del consumo en Europa. 

Ambas circunstancias, provocarán un estrangulamiento del consumo y por tanto, de las ventas, aumentando el riesgo de recibir impagados, y la medida más segura para evitarlos (el cobro por delantado) es, precisamente ahora, la más difícil de negociar. Por ello, conviene que esté atento para detectar clientes potencialmente morosos...

Cautela. Una forma de prevenir impagos es revisar las cuentas de sus clientes (y solicitar informes comerciales), para detectar señales de insolvencia. Pero no se base sólo en esa información, pues los indicios que le den las cuentas de sus clientes no serán concluyentes: los efectos del coronavirus se están manifestando aún en 2021.

Esté alerta. Otras señales de que la empresa puede tener dificultades son, por ejemplo:

• Incidencias. Su cliente empieza a alegar pequeños errores o incidencias en las facturas (que si hay diferencias de precios, que si las referencias indicadas en los albaranes son erróneas...).  Quizá busca demorar la conformidad a la factura para retrasar su pago.
• Pedidos. Su cliente le hace un pedido muy superior a lo normal, sin que haya causas aparentes que lo justifiquen. Quizá esté acumulando existencias porque prevé que va a tener dificultades en los próximos meses (y teme que entonces no se las servirán), o puede que ya haya tenido problemas de pago con otro proveedor que ha dejado de servirle.
• Cobros. Otras señalas de “alarma” pueden ser que el cliente empiece a trabajar con varios bancos (cuando siempre lo ha hecho con el mismo) o que le proponga cambios en la forma de pago habitual.

Cambios.  

• Movimientos societarios. Si se producen cambios imprevistos de administrador (como que se pase de un consejo de administración a un administrador único, o se nombre administrador a una persona ajena a la empresa y que no tiene bienes, entre otros), tal vez sea porque la empresa está intentando protegerse de posibles responsabilidades futuras. Preste igualmente atención si se reduce el capital para compensar pérdidas o si la empresa cambia de domicilio.
• Cambios de personal. También puede ser una mala señal que el personal cambie con frecuencia (pues quizá la empresa no paga puntualmente a los empleados, está reduciendo su plantilla...).